Instrumentos de pesaje en la producción de alimentos. Podemos señalar como grandes áreas de utilización: la investigación de nuevos alimentos, el control del peso justo de los envases en la producción de alimentos preenvasados y la producción semiautomática o totalmente automatizada de alimentos resultantes de la mezcla de varios ingredientes. Para los preenvasados, con una demanda creciente, hay dos modalidades: la de dosificar el peso predeterminado de producto en el envase, o bien la de envasar el alimento por volumen y medir después el peso real al final del envasado. En ambos casos, las directivas europeas actuales que protegen los intereses del consumidor y pagar posteriormente el importe justo por el peso recibido , exigen controlar el peso del envase utilizando instrumentos de pesaje con aprobación previa de tipo, garantía de producción, controles documentados a la puesta en servicio y precintado para evitar fraudes. Además, y durante toda la vida útil del instrumento, realizar periódicamente controles documentados de su fiabilidad. En las modernas líneas de producción de preenvasados alimenticios cada envase producido es pesado al final de la línea generalmente mediante un pesaje en dinámico. En los envases de peso fijo, el peso neto está impreso en el propio envase. En los de peso variable el peso neto real de cada uno de imprime en una etiqueta que se pega automáticamente al envase. En los procesos de producción de alimentos que son resultado de una mezcla de varios ingredientes, la aportación de cada ingrediente según la receta del producto final se realiza mediante básculas y balanzas. Estos instrumentos están sujetos a controles de calidad periódicos, las llamadas calibraciones.
¿Por qué son importantes los instrumentos de pesajes fiables para la industria alimentaria? En envasador es el primer eslabón en la cadena de protección de los intereses de los consumidores, para que solo paguen por el peso neto del envase de producto comprado. El envasador tiene la obligación de documentar cada lote y comprobar el cumplimiento de la normativa metrológica aplicable al peso neto. La rapidez, tanto en el pesaje en línea como en la impresión de etiquetas de datos y su pegado a los envases, determina la capacidad de producción de la línea. La trazabilidad de los alimentos compuestos producidos no podría completarse sin el pesaje fiable. Las empresas de la industria alimentaria invierten ingentes recursos en el desarrollo de las mejores recetas para sus productos. La producción de alimentos a gran escala no ha de significar la pérdida de la garantía en sabor y textura de cada producto. Los instrumentos de pesaje moderno, fiable, facilitan la obtención de calidad constante de manera eficiente. La industria alimentaria necesita rapidez de producción, flexibilidad y sobre todo evitar las interrupciones imprevistas en las líneas de producción por averías en los equipos. Los entornos de trabajo suelen ser duros y la limpieza e higiene muy exigentes con uso de productos agresivos. La rapidez de servicio (entrenamiento, mantenimiento preventivo, recambios, y tiempo de respuesta) del proveedor de equipos de pesaje es clave para evitar pérdidas de producción.
¿Cuáles son las innovaciones en cuanto a instrumentos de pesaje en la industria alimentaria?
La creciente demanda de digitalización genera muchas innovaciones en la tecnología del pesaje. Para procesos industriales automatizados, hay que disponer de procesos de pesaje más rápidos y una gestión totalmente integrada con el control de producción e inventarios. En procesos semiautomáticos los instrumentos de pesaje controlan también la preparación manual de recetas, asegurando la dosificación exacta de cada ingrediente y evitando los errores del operador. Documentan automáticamente y en tiempo real las fases realizadas. La inclusión de autodiagnósticos en los instrumentos asegura desviaciones imprevistas en el pesaje que redundan en más calidad de producción y menos perdidas por recetas defectuosas. Incrementar la sensibilidad (resolución fiable ) de los instrumentos de pesaje. Como “cada gramo cuenta para los fabricantes” se fabrican instrumentos más rentables.
